Le tocó el chequeo anual a mi enano y fuimos a visitar a la pediatra. De todas las cosas que estuvimos conversando me llamó la atención esta frase: Míralo a los ojos cuando le hables.
Me lo dijo cuando conversabamos sobre el desarrollo del lenguaje de mis hijos. Hace unas semanas la recordé leyendo un libro sobre bilingüismo y pensé eso es, ¡eureka!
"Mi atención seguía en mis cosas mientras mi oído atendía lo que me pedían mis hijos"
Con el ajetreo diario de la casa, los chicos corriendo de aqui y allá y una queriendo hacer varias cosas, se me había olvidado mírarlos a los ojos ya que según yo estaba muy "ocupada".
Empecé hace unas semanas a mirarlos a los ojos cuando me hablaban. Lo primero que me di cuenta es que redescrubrí la mirada de mis hijos. Fui encontrando en esos ojos alegría, aceptación y entendimiento.
"Cuando los miro y les hablo mi atención está en ellos y el mundo para por un minuto"
Sobre todo con el más pequeño que necesita tiempo y atención para expresarse. ¡Eyy mamá para un poco! Hablar con tus hijos y darles los momentos para que se puedan expresar también es importante, pensé. Sino le estas cerrando las puertas al bilingüismo.
Me descubrí nuevamente en esos ojos hermosos y reconecté con ellos. Decidí bajar revoluciones en mi vida y darles el espacio para que sobre todo mi hijo de tres años se expresara. Cuando me di cuenta de todo esto me sentí tan mal, como dice el dicho en casa del herrero, cuchillo de palo.
"Escuchar, entender, ver con el alma"
Aprovecho para compartir contigo lo que me ha ayudado y en lo que he viisto mejorias. Mirándolo, escuchándolo voy siendo consciente de su proceso de aprendizaje de esta otra lengua materna, que necesita tiempo y dedicación.
Ahora luego de un par de semanas veo una mejora en su expresión oral. He puesto en práctica otras estrategias que ire compartiendo contigo.
La primera y más importante es mirarlo a los ojos y encontrarnos en ellos para redescubrirnos..sé que suena muy poético pero me sale del corazón y quería compartirlo contigo.