Es un mito pensar que la crianza bilingüe se da por sí sola. Nuestros hijos no son como "esponjas y aprenden asi nomás".
Para que tu hijo hable tu idioma necesita tener un par de pautas claras para que el bilingüismo en casa funcione. En este artículo te doy cuatro consejos para que tu hijo hable español contigo.
Primer consejo: Definir que idioma vas a hablar con tu hijo
Es necesario tener una línea clara del uso de las lenguas. Ya sea una persona, una lengua (el método OPOL) o quizás usas una lengua en casa y otra fuera de ella, es fundamental elegir un método. Escogerlo es muy personal. Si quieres leer al respecto entra adonde podrás leer sobre los seis principales métodos de la crianza bilingüe.
Lo importante es definir el canal de comunicación en casa, es decir en que lengua me comunico con mamá o papá y en que lengua se comunica él o ella conmigo.
Esta forma de comunicarnos se debe dar de manera natural y debe de funcionar sin trabas en la familia. Todos los miembros se deben de sentir cómodos al momento de aplicar las reglas.
Segundo consejo: Ser consecuente con la lengua que eliges
Ser consecuente y constante en la práctica de la lengua. Es importante mantenerse en la práctica de la lengua en casa. Si papá decide hablar en alemán con su hijo debe hacerlo con regularidad y evitar estar cambiando de idioma o mezclando lenguas. Si mamá decide hablar en español con su hijo debe de hacerlo así y evitar usar las palabras del idioma dominante. (es el idioma que tu hijo mejor habla)
Te voy a poner el ejemplo con una panadería muy conocida en la zona donde vivo que se llama Beck. Imagina que le digo a mi hijo: Vamos a comprar al Beck o nos vemos en el Bahnhof. En ese momento estoy empezando a reducir el vocabulario de mi hijo porque no le estoy brindando las palabras que necesita aprender en mi idioma sino le estoy dando el registro de otro idioma.
¿Por qué no es beneficioso mezclar?
Existen muchísimos motivos. Te doy dos motivos que para mi son fundamentales.
Primer punto: Creas lagunas en el vocabulario si mezclas palabras de otra lengua ya que con el tiempo estas lagunas se pueden hacer mayores. Tu hijo no aprende las palabras en tu lengua sino que maneja las de la lengua dominante. Al hacerse mayores el niño no sabrá como expresarse y usará la lengua que mejor domina.
Segundo punto: Le estás enseñando a un niño una técnica poco beneficiosa al momento de expresarse. La técnica de mezclar los idiomas. El niño hará lo mismo que tú y le parecerá lo más natural.
Existen técnicas que puedes enseñarle a tu hijo como parafrasear para que él pueda compensar la falta de cierta dificultad oral al expresarse.
Tercer consejo: Pasar tiempo escuchando y usando tu lengua materna
Es importante cuanto tiempo pasa tu hijo sumergido en tu lengua materna. Si pasa todo el tiempo escuchando alemán (como lengua dominante por ejemplo) porque está en la guardería entonces estará menos tiempo expuesto al español. Esto lo puedes compensar pasando tiempos en español con tu hijo, haciendo juegos juntos donde él no solo te escuche sino también use el idioma y lo practique contigo.
Otras ideas son las actividades extracurriculares en tu lengua, teniendo contacto con amigos que hablen español, yendo a grupos de lectura en tu idioma.
Existen en estos casos diferentes opciones y alternativas de acuerdo a la ciudad donde te encuentres. En los talleres que ofrezco busco justamente que el niño pueda usar su lengua y activarla para que no sea una lengua dormida o aprendido a medias.
Cuando tu hijo pasa pocas horas contigo es importante la calidad y la organización en casa para poder usar el tiempo que esten juntos para seguir profundizando y aprendiendo más la lengua.
Ayúdalo con sus errores o dificultades y dale nuevas situaciones donde aprenda nuevas palabras y nuevas formas de expresarse.
Si tu hijo no quiere hablar tu lengua o le cuesta busca un tiempo con tu hijo en tu lengua, busca momentos donde lo pueda usar y practicar de manera útil. En este caso estamos hablando de pequeños momentos donde él juegue o cante contigo por ejemplo en español.
Cuarto consejo: Amor es la clave
Esta es la última pauta pero quizás una de las más importantes. Transmitir el idioma con amor, diversión y cariño. Hay que hacerlo divertido para el niño y también para nosotras.
Cantemos, cocinemos, bailemos y juguemos en nuestra lengua con nuestros hijos y no lo usemos solamente para llamarles la atención cuando se están portando mal por ejemplo.
Busca "tu forma" de hacer cosas que para tí sean divertidas y lo hagan divertido. Así transmitimos nuestras alegrías en nuestra lengua.
Estos lazos sentimentales de alegría hacen que tu hijo tenga un lazo cercano y positivo con tu lengua nativa. Este lazo es fundamental para que tu hijo no ponga peros al querer aprender tu idioma.
Espero que con estos cuatro consejos para que tu hijo hable tu lengua puedas mantener su lengua de herencia viva en casa y que el bilingüismo funcione mucho más fluido y no sea situación de tensión ni para ti, ni para tu hijo.
Si quieres seguir profundizando sobre bilingüismo te invito a que leas el siguiente post de Claudia Demkura que habla un poco más sobre la lengua de herencia y lengua nativa. Estos términos me gustan mucho y verás que los voy a seguir usando en mis post.
¿Tienes dudas, comentarios? Si quieres decirme algo, te escucho en los comentarios.
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